Continuando con las
reflexiones que me despierta el mirar las novelas coreanas que
recientemente descubrí1,
quiero hablar hoy de “City Hunter” (“시티헌터”),que
terminé de ver ayer. Mucha acción con reminiscencias de Batman,
incluído el contrapunto con el funcionario legalista casi a ultranza, y
con toques de Bruce Lee. Presentarla de esta manera, sin embargo,
aunque sintetiza bastante lo que puede esperarse en la línea
argumental, no refleja la fuerza con que puede atrapar esta obra.
La historia ha sido
repetida hasta más no poder en todos los tonos posibles, por lo que
podría pensarse que no hay nada nuevo ni original para decir al
respecto. Ésto es probablemente así; sin embargo, en vista que no
decae el interés por el mensaje, parece interesante preguntarse por
qué ocurre eso. Y probablemente la respuesta sea que tanto la
problemática que plantean estas historias como los deseos de una
solución que revitalice los valores de Justicia y Equidad sean
universales e intemporales; valores a los que podríamos sumar
cualidades relacionadas con la tenacidad, persistencia, sacrificio y
deseos de efectividad dirigidos a realizar esos valores.
Además de estar bien
escrita, bien actuada, con escenas de acción visualmente
interesantes, el contexto en que se mueve City Hunter puede muy
fácilmente percibirse como realista, o por lo menos como concordante con la
percepción generalizada respecto de la corrupción de alto nivel. Lo que ocurre en
lo que sería el tiempo actual de la historia uno bien podría
imaginárselo en cualquier país; los hechos que la desencadenan, si
bien a primera vista podrían parecer exagerados, tampoco sorprenden
después de haber leído historia universal o, más modernamente, las
investigaciones de Bamford sobre la NSA2
3
y las noticias mundiales.
Se trata de un tipo de
historias que a la vez que reflejar problemáticas y búsquedas que
parecen ser universales, también provocan un cuestionamiento de las
propias creencias y valores, haciendo que uno se pregunte hasta qué
punto pueden sostenerse esos valores.
Como persona formada en
la búsqueda de la Justicia y habiendo podido ver de cerca el
funcionamiento de algunas instituciones de gobierno, este último es
un interrogante que me he hecho infinidad de veces, preguntándome si
realmente es posbile luchar por realizar una sociedad más justa y
equitativa sin caer en las mismas prácticas que se condenan.
La pregunta que se hace
el fiscal en el último capítulo (o el penúltimo, ahora no recuerdo
bien) sobre la efectividad comparativa de los métodos legales e
ilegales -con la casi admisión de que sólo estos últimos pueden
erradicar la corrupción o, en términos más generales, la delincuencia organizada-, o la aseveración del Presidente
justificando el uso de sobornos para lograr la aprobación de una ley
reclamada por todo el pueblo, son muy duras de enfrentar, porque
tanto lo que el fiscal termina admitiendo como lo que el Presidente
asegura flotan inexorablemente frente a nuestros ojos cada vez que
nos hacemos la misma pregunta. Lo cual nos lleva a otra pregunta: si
necesitamos recurrir a esos métodos, ¿no nos transformamos en lo
mismo que tratamos de erradicar?
Quizás aquí también
esté la respuesta de por qué, según otra percepción generalizada,
las personas que podrían considerase más aptas suelen rehuir las
funciones públicas, incapaces de enfrentar esa contradicción.4
Quizás esa sea también la causa de la reiteración de estas temáticas, una necesidad de dar vida a la necesidad de cambio. Me gustaría como reflexión final citar aquí un par de frases atribuídas a Tarkovsky:
"... la crisis espiritual genera la necesidad de encontrarse a sí mismo. Es a través de ella que la curación puede producirse" y que "La función del arte es modelar el alma humana haciéndola receptiva al bien. Una gran obra es multifacética e indefinida como la vida en sí misma. El autor no puede fiarse de que su obra haya sido entendida de una manera en particular y de acuerdo a su propia percepción de ella. Lo único que él puede hacer es presentar su propia imagen del mundo para que la gente pueda verla a través de sus ojos, y llenarse con sus sentimientos, dudas y pensamientos" (citado por la Lic. Ana Silvia Karacic en un artículo sobre la simbología de Tarkovsky)
1
Llamarlas telenovelas me resulta un poco difícil, es
éste un concepto que despierta en mi mente matices tan degradantes
que no quiero aplicarlos a estas series, aunque tengan tantos de los
elementos que definen al género
3http://www.newyorker.com/online/blogs/books/2013/06/the-nsas-chief-chronicler.html,
v. También https://en.wikipedia.org/wiki/James_Bamford
4A
título informativo, según Transparency Internacional, el nivel de
corrupción percibido en la República de Corea del Sur es muchísimo
menor que el percibido respecto de Argentina, rankeando Corea en el
lugar número 46/177 de los países menos corrputos, mientras que
Argentina rankea 106/177.